
Nos levantamos pronto con el primer objetivo de visitar las cascadas de Triberg. Teníamos un día bastante cargado y hacía falta madrugar.
La carretera hacia Triberg desde Oberried nos muestra una naturaleza frondosa, con lugares donde los árboles cubren el camino sin dejarnos ver el sol, pueblos de cuento con casas de madera. De ese tipo de carreteras por las que te apetece conducir.
A nuestra llegada a Triberg aparcamos cerca de la entrada a las cascadas. Hay también posibilidad de aparcar en la parte media y alta de las cascadas y hacer el camino a la inversa, pero nosotros preferimos hacerlo así, dejando el coche abajo para luego comer en Triberg. El parking es de pago, simila al de la Ora de España, pero dejándote más de dos horas, por lo que no tuvimos que preocuparnos por el tema de dejar allí el coche.

Antes de llegar a la zona donde se compran las entradas una zona con banderas y un gran mapa te da pistas de lo que te vas a encontrar arriba. Las cascadas pueden visitarse en tres rutas distintas. La entrada al recinto nos costó 4,50 euros euros. El precio es el mismo con independencia de la ruta que realices, ya que se entra por el mismo sitio, hasta un punto donde se diversifican los caminos y tú optas por el que más te conviene.
Aunque ahora me extenderé con las rutas, deciros que a la entrada venden comida para las ardillas, ya que se supone que durante el camino puedes encontrártelas. La comida vale 1 euro y te dan una bolsa de cacahuetes. Vista mi experiencia y el número de turistas que allí había, decir que creo que es más un negocio que una realidad. Por allí no había ni atisbo de ardilla y dudo mucho que se acerquen a comer de tu mano, habiendo tanta gente por allí. Así, aunque no me atrevo a decir que sea imposible darles de comer, sí que afirmo con rotundidad que el grado de posibilidad es mínimo, así que si queréis ahorraros el euro, saldréis ganando.

Las rutas
Como he dicho hay tres rutas diferenciadas que son:
La ruta amarilla, conocida como la ruta de las ardillas, cuyo tiempo de ida y vuelta aproximado es de 45 minutos.
La ruta roja, conocida como ruta cultural, dura una hora entre ida y vuelta
La ruta verde, conocida como la ruta de los senderistas, que dura una hora y media ida y vuelta.


Por supuesto, puedes realizar varias si quieres, aunque creo que no vale demasiado la pena.
Durante la subida, vas viendo diferentes tipos de cascadas. Ellos las autodefinen como son las más altas de Alemania con 163 metros de caída, pero en realidad no es solo una caída, sino que van cayendo en un total de 7 tramos diferentes, por lo que en ningún momento se observa una cascada con una caída tan espectacular. Mapa
La subida es bastante pronunciada. El camino es apto para carros de bebé. Sin embargo, viendo la elevación no lo recomiendo, pues empujar un carrito cargado hacia arriba es bastante agotador. Nosotros optamos por la mochila portabebés y nos fue muy bien, por lo que lo recomendamos. Desde arriba se observan unas bonitas vistas del pueblo de Triberg.

A la entrada/salida hay unos baños públicos gratuitos.
Las cataratas están abiertas todo el año y a partir de las 22:00 se iluminan, ofreciendo un bonito espectáculo. ¿Sabéis que las cascadas son beneficiosas para los resfriados y el asma por la ionización del aire?
La visita había sido muy interesante pero había llegado a su fin, así que tiramos de TripAdvisor para buscar un restaurante donde comer. Había uno a 300 metros de la entrada, así que no nos lo pensamos. Volvimos a poner dinero en el parquímetro y nos dirigimos hacia el restaurante Wirtshaus Alt Tryberg. Por el camino, la decoración de las tiendas te ayuda a recordar que estamos en zona de relojes de cuco.
En el restaurante comimos muy bien. Además, una de las camareras hablaba un español muy fluido por lo que estuvimos conversando con ella un poco sobre el pueblo y sus atractivos.

De ahí nos dirigimos hacia la salida del pueblo. Teníamos una interesante tarde de relojes de Cuco.
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