
La ruta de la Murta en Alcira, nos ofrece diferentes variantes dentro de un mismo espacio, pudiendo optar hasta por cinco rutas de distinta dificultad.
Entre todas ellas, nosotros escogimos la Senda histórica, de una longitud aproximada de 3 kilómetros, 1’5 de ida y 1’5 de vuelta. Pero, empecemos por el principio.
¿Cómo llegar?
Con GPS, buscando el paraje natural de La Murta, encuentras como punto final de destino una carretera con vegetación a ambos lados. Al llegar allí, si no conoces el terreno, aparentemente piensas que te has perdido. Sin embargo, continuando por esa carretera unos 500 metros, llegarás a un enorme parking donde podrás estacionar el vehículo de forma gratuita.
Si no tienes GPS y vienes desde Valencia, deberás tomar la salida 373 Alcira- Alcudia de Carlet. Desde ahí seguimos la indicación de Alcira centro y cuando llegamos a una rotonda que nos lleva a la izquierda a Alcira centro, cogeremos en ese momento dirección Tavernes de Valldigna.
En la siguiente rotonda tomamos dirección “Alcira este” para llegar a la Avenida Vicente Vidal. Continuando por esta avenida vemos ya las primeras indicaciones hacia La Murta, que deberemos ir siguiendo hasta llegar al parking descrito más arriba. Te recomendamos ir con mucha precaución pues la señalización no es demasiado buena y puedes perderte si te despistas un poco.


Al llegar
Nosotros hicimos la ruta un domingo y el aparcamiento gratuito estaba a rebosar. Desde allí no hay pérdida posible. Un cartel en el que pone LA MURTA PARATGE NATURAL MUNICIPAL, nos indica que estamos a punto de iniciar la ruta, informándonos además de los horarios en los que está abierto el parque.

Desde ahí, continuando por un corto camino llegamos a la entrada al recinto donde una persona nos espera para tomar los datos de algún miembro del grupo. Tan solo hay que darle el nombre y el DNI, con la finalidad de llevar un registro de quién sale y entra en la zona. Junto a esta zona de entrada hay una caseta de información y unos paneles en los que se te explica las diferentes rutas que puedes realizar dentro de este paraje natural junto a detalles importantes como la dificultad de la ruta, las distancias hasta los puntos de interés en tiempo y kilómetros, el tipo de ruta, etc.



Como he dicho al principio, yendo con niños de 1 y 4 años tampoco nos fuimos a lo difícil. Queremos acostumbrarlos poco a poco a estas marchas que tanto nos gustan, así que decidimos optar por la senda histórica, muy sencillita y corta.

Durante el camino inicial vas observando la vegetación a ambos lados del camino, una senda fácil de recorrer incluso con carritos de bebé. Nosotros fuimos no obstante con la mochila portabebés por comodidad nuestra.
Al final del camino nos esperaba el Puente de Felipe II, punto de acceso y entrada a un monasterio, que se construyó en la misma época que él, aunque ha sufrido varias reconstrucciones, la más amplia en el siglo XVII.
El nombre del Rey español es debido a que en una ocasión, en uno de sus viajes por la zona, se acercó a visitarlo con sus hijos, ya que mantenía una excelente relación con la orden de los Jerónimos. De hecho fue sepultado en el monasterio del Escorial, de la misma orden religiosa.
Desde este punto comenzamos a ver las ruinas del Monasterio de los Jerónimos, que a pesar del paso del tiempo conserva todavía un buen aspecto.

Uno de los puntos más bonitos de todo el recorrido es la zona con el Jardín Romántico y la Capilla que se encuentran aquí mismo. Estos espacios son más recientes. Fueron construidos en el siglo XIX.

En la entrada hay dos leones, símbolos de San Jerónimo, fundador de la orden.
En un centro típicamente romántico se observa que el eje central del jardín es el estanque y su vegetación de agua. Rodeándolo, encontramos un arsenal de árboles de todas las especies.
Antes de salir nos fijamos en una pequeña capilla dedicada a la Virgen de la Murta en la que destacan sus adornos con cerámica valenciana y una pequeña pila bautismal.
No muy lejos de allí encontramos la fuente de la Murta, cuyo descubrimiento data de 1582. A los monjes les faltaba agua de donde siempre la recogían, así que un joven zahorí intentó encontrar agua en el subsuelo y observó un lugar desde donde se podía obtener, el cual estaba taponado por raíces. Según sus indicaciones cavaron en este lugar para encontrar el nacimiento de la fuente de la Murta. Desde aquí, un acueducto transporta el agua de la fuente hasta las balsas del monasterio.
Una vez salimos fuera del jardín observamos dos grandes balsas de agua en las que también había peces y ranas. Es una zona con mucha sombra y amplio espacio por lo que estuvimos un rato allí descansando y jugando un poco con el balón.
Tras pasar un poco de tiempo en la zona de las balsas, se nos empezó a abrir el apetito por lo que decidimos comernos unos bocatas que habíamos traído de casa. ¡Nos encantan los picnics en zonas naturales!

Luego aprovechamos para buscar piedras preciosas y fósiles. Para los peques fue super emocionante descubrir pequeños tesoros en la naturaleza.

Desde allí emprendimos el camino de vuelta a casa por el mismo camino. Hacía mucho calor y no queríamos aventurarnos a buscar nuevas rutas, así que fuimos a lo seguro.
Ya en los merenderos, decidimos apurar el domingo jugando unas partidas de parchís y de La Oca. Se había quedado una tarde muy buena y apetecía mucho seguir un rato más rodeado de naturaleza.
Muy bonita la ruta, gracias por compartir vuestra experiencia.
Solo una pregunta, hay aseos en la zona y cafetería para tomar algo?
Un saludo
Hola! Sí, en los jardines de la Capella hay un estanque con peces y aseos. Cafetería allí mismo no recuerdo que hubiera. Sin embargo, a la salida, hay una zona de merenderos donde podéis tomar algo que os llevéis de casa. Espero haberos ayudado. Saludos.